Por la mañana entran pronto en el colegio, normalmente se quedan a comer allí y, cuando salen por la tarde, suelen tener una amplia variedad de actividades como: deberes, clases de inglés, karate, natación, clases particulares, psicólogo… ¿Es demasiada exigencia para su edad?, ¿Es preciso que los niños realicen tantas actividades?
Muchas de estas actividades son necesarias y beneficiosas para ellos, pero conviene no sobrecargarles. Este ritmo tan frenético de vida puede pasarles factura a los pequeños y generarles síntomas de ansiedad, estrés y fatiga entre otros.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que todo el tiempo que dedican a este tipo de actividades no lo están empleando en jugar. ¿Tienen suficiente tiempo para jugar? El juego es un elemento imprescindible y muy importante para los niños; es su mayor fuente de aprendizaje y desarrollo. Los niños aprenden jugando, y muchas veces no tienen tiempo suficiente para hacerlo.
Otra de las actividades para las que no siempre hay demasiado tiempo es para que los niños hablen con sus padres. ¿Les dejamos tiempo para hablar sobre sus intereses y sobre las cosas que les gustan? Los niños necesitan y demandan mucha atención, y cuanto más pequeños son, más nivel de atención requieren. Es importante que la atención que les dediquemos no sea sólo para exigirles y mandarles cosas o para recordarles sus obligaciones, sino también, para jugar y hablar de sus asuntos, de sus amigos, de lo que pasó ese día en el colegio, etc.
Actualmente, por cuestiones que tienen que ver con el trabajo de los padres, el tiempo que pasamos con los niños es escaso, por lo que es conveniente intentar que este tiempo sea de calidad y de atención total hacia nuestros hijos.
Por otro lado, no debemos olvidar reforzarles las conductas cuando hacen algo bien. Tenemos que celebrar su esfuerzo, y sus éxitos y logros, por pequeños que éstos sean. De esta manera aumentará su nivel de autoestima y les hará sentirse más seguros de sí mismos e independientes.
Y, por supuesto, tenemos que ayudarles a sobreponerse a las frustraciones del día a día enfrentándose a ellas.
Además, es muy positivo dejarles tiempo libre para descansar y para que hagan lo que más les gusta, como dibujar, jugar a juegos de mesa, utilizar la tablet, usar un ratito el móvil, jugar al ordenador, ver la televisión, leer, etc. El tiempo que dediquen a los aparatos electrónicos debe ser moderado, y nunca inmediatamente antes de irse a dormir.
En resumen, es bueno exigir a los niños y ofrecerles actividades extraescolares diversas, pero debemos recordar que tan importante o más que esto es el tiempo de juego, de descanso y de comunicación familiar.
Psicóloga infantil
Vega Marcos Figueira
Como madre de dos niños debo decir que estoy completamente de acuerdo con lo expuesto. Todos queremos que nuestros hijos sean lo mejor de lo mejor en todo, pero ¿ A que precio? Tienen más obligaciones que los propios adultos y actividades hasta las tantas, luego deberes, duchas, cenas.. se nos va el día entre carreras y malos modos porque todos estamos estresados y cansados. Desde luego cada cual sabe como educar a sus hijos, pero se debe hacer un llamamiento a la reflexión sobre esto.
Muy buena redacción 🙂