Otorrinolaringología
La Otorrinolaringología, cuyo profesional se denomina comúnmente como “otorrino”, comprende el conjunto de conocimientos necesarios para el diagnóstico y tratamiento de las patologías referentes al oído, las fosas nasales, la faringe y la laringe.
¿Cuándo debo acudir al otorrinolaringólogo?
Se debe acudir al otorrinolaringólogo cuando aparezcan molestias en la nariz, la garganta o el oído que afecten o perjudiquen al desarrollo normal de la actividad diaria. Estas son las manifestaciones más frecuentes:
- En el oído: al sentir un dolor constante en el oído, cuando se detecta una pérdida auditiva, aunque sea ligera; zumbidos y pitidos incesantes; inflamación interna, ya que puede ser síntoma de otitis; vértigo al realizar determinados movimientos; e incluso la parálisis facial.
- En la nariz: Los ronquidos, la pérdida de olfato, un sangrado nasal regular y prolongado, sensación de tapón constante o las reacciones alérgicas son síntomas frecuentes que pueden venir derivados de patologías relacionadas con la otorrinolaringología.
- En la garganta y cuello: hinchazón o dificultad para tragar, aparición de bultos, ganglios anormales… pueden ser síntomas de amigdalitis y vegetaciones, patologías muy frecuentes en los niños que provocan infecciones recurrentes y problemas para respirar y tragar.
Hay que hacer hincapié en que las personas fumadoras o que consumen alcohol en exceso, son el principal grupo de riesgo que puede padecer enfermedades tratadas por el otorrinolaringólogo. También aquellos trabajadores que se encuentran expuestos regularmente a factores como la exposición a un ruido intenso o a partículas perjudiciales para la salud. Así como algunos deportistas, especialmente los buceadores.
En cualquier caso, pertenezcas o no a este grupo de personas, nunca está de más acudir al menos una vez al año a hacerse una revisión al otorrinolaringólogo para comprobar que todo está funcionando correctamente.
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Dra. Angélica
León Ramos